viernes, 15 de abril de 2011

El botón batidora.

    Mi intención es mejorar como persona, sentirme mejor conmigo mismo, pero además quiero compartirlo contigo, hacerte sentir participe de ello y animarte a que tú también lo hagas.

     Me levanto con el corazón acelerado, con esa misma velocidad a la que se suceden los latidos de mi corazón busco los motivos que lo impulsan a moverse con tal celeridad. No encuentro ninguno. Pero a la vez, cada uno de ellos se presenta durante unos instantes en mi cabeza como si fuera el flash de una cámara de fotos. Ninguno permanece el tiempo suficiente como para ser retenido a largo plazo por mi conciencia... hasta que el flash de la cámara vuelva a dispararse. Mi corazón sigue acelerando y acelerando. No saco nada en claro.

     Abro el ordenador y decido masturbarme. Por unos momentos me siento más aliviado, pero la angustia vuelve a invadirme. Pienso en todo lo que tengo que hacer durante el día pero, mientras espero ese impulso mágico que me impulse a iniciar mi actividad, me siento cada vez más incapaz de hacerlo con éxito. Entonces me paro y me digo a mi mismo...

     ¡¡¡ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍ!!!

     El flash de la cámara vuelve a dispararse, esta vez me ofrece uno por uno tooodos los aspectos personales que más odio de mi mismo. Se suceden a un ritmo frenético y me digo....

     !!!TENGO QUE CAMBIARLO!!!

     Entonces las imágenes, aumentando su velocidad de proyección, lo que me muestran ahora son posibles soluciones. Y claro, despues de tres baterias de imágenes (Actividades a realizar, aspectos personales negativos y posibles soluciones) mi cabeza se ha convertido completamente en una batidora. Nada está en orden, todo es un cacao mental sin pies ni cabeza que se quedará ahí durante todo el día y las cuchillas de la batidora seguiran dando vueltas y vueltas, impidiendo que sea capaz de vivir el día con forme a mis propios planteamientos.

     Hace aproximadamente una semana, mientras estaba sumido en ese estado nauseabundo, me dije que verdaderamente necesitaba hacer algo. Y ya no es solo que lo necesitara sino que me lo merecía. Así que después de dar el primer paso que ahora os citaré, cogí papel y boli y decidí excribir y reflexionar sobre mí mismo. Pero claro, con la batidora encendida lo que pasa es que la cabeza te da vueltas y el ruido no te deja ni pensar.

     Por lo tanto mi primer paso fué...

     DESACTIVAR EL BOTÓN BATIDORA.

  "Desactivar el botón batidora significa reconocer que los tres elementos (Actividades a realizar, aspectos personales negativos y posibles soluciones) que teníamos dentro, van a seguir estando ahí, pero yo mismo he decidido parar las cuchillas, abrir la tapa y desparramar el contenido del vaso sobre la mesa".

     En la siguiente entrada descubriras lo que significa la ojeada indiscreta. Si te ha gustado esta entrada puedes seguir el blog haciendo click en el botón que está situado en la parte inferior del menú de la izquierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario